El cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco ha concluido este jueves 8 de mayo, el cual sumó dos días de intensas deliberaciones. La señal apareció a las 18:07 hora local (16:07 GMT), desatando júbilo entre los fieles congregados en la Plaza de San Pedro.
Esta mañana, los cardenales retomaron sus labores a las 7:45 (05:45 GMT), saliendo desde la residencia de Santa Marta rumbo a la Capilla Paulina para celebrar misa, antes de reingresar a la Capilla Sixtina a las 9:30 (07:30 GMT) para continuar con el proceso electivo.
De acuerdo con la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, el ritmo de votaciones siguió el protocolo habitual: dos por la mañana y dos por la tarde en los tres primeros días de cónclave.
UN NUEVO PONTÍFICE
Ahora, el mundo católico y la comunidad internacional están a la expectativa del anuncio oficial del nombre del nuevo Papa y de su primera aparición pública desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
A las 10:08 horas (tiempo de México), la fumata blanca emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, confirmando al mundo que los 133 cardenales electores lograron el consenso necesario para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica.
El proceso había iniciado su segundo día tras una primera jornada sin resultados, marcada por dos fumatas negras que indicaron que ningún candidato había logrado los dos tercios necesarios en las primeras tres votaciones.
Esta mañana, los cardenales reanudaron sus actividades a las 7:45 (05:45 GMT), partiendo desde la residencia de Santa Marta hacia la Capilla Paulina para celebrar misa antes de continuar las votaciones en la Capilla Sixtina a las 9:30 (07:30 GMT).
Según la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, durante los tres primeros días del cónclave se realizan dos votaciones por la mañana y dos por la tarde.
¿QUÉ OCURRE DESPUÉS DE APARECER EL HUMO BLANCO?
El protocolo marca que, tras la elección, el cardenal protodiácono Dominique Mamberti se presenta en el balcón central de la Basílica de San Pedro para proclamar en latín el anuncio tradicional:
"Annuntio vobis gaudium magnum: ¡Habemus Papam!", que en español significa: "Les anuncio una gran alegría: ¡Tenemos Papa!"
Posteriormente, Mamberti cede el protagonismo al nuevo Papa, quien aparecerá por primera vez ante el mundo, ya vestido con la sotana blanca, para impartir la esperada bendición "urbi et orbi", dirigida tanto a la ciudad de Roma como al mundo entero.
La prensa romana subraya que esta ceremonia en latín "constituye un momento de profunda significación religiosa y cultural a nivel global", reforzando la universalidad de la Iglesia en un ritual cargado de simbolismo y tradición.
El mundo entero está ahora a la espera de conocer la identidad del nuevo Sumo Pontífice y de escuchar sus primeras palabras, que marcarán el inicio de un nuevo capítulo para la Iglesia Católica.
