La ciencia del "flow" en los videojuegos: ¿Por qué perdemos la noción del tiempo cuando jugamos?

Los desarrolladores conocen bien este principio y diseñan niveles y ritmos de juego que buscan mantener al jugador dentro de esa zona de flujo

La ciencia del flow en los videojuegos: ¿Por qué perdemos la noción del tiempo cuando jugamos?

Algo que seguramente le pasa a todos los gamers es sentarse a jugar un videojuego por "unos minutos" y en unos momentos descubrir que han pasado horas; sin embargo, ¿por qué sucede esto? La respuesta puede encontrarse en un concepto psicológico conocido como "flow".

¿QUÉ ES EL FLOW EN LOS VIDEOJUEGOS?

El fenómeno conocido como flow es una experiencia mental que nos hace perder la noción del tiempo y que es fundamental para entender por qué los videojuegos resultan tan absorbentes.

El término "flow" fue acuñado por el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi en los años 70 para describir ese estado mental en el que una persona se siente completamente inmersa en una actividad.

No hay distracciones, el tiempo parece desaparecer y todo lo que importa es lo que se está haciendo en ese preciso momento.

En los videojuegos, este estado ocurre cuando el nivel de desafío se equilibra perfectamente con nuestras habilidades, generando una sensación de control y disfrute que resulta profundamente gratificante.

Los desarrolladores de videojuegos conocen bien este principio y, aunque no siempre se le llame por su nombre técnico, ellos diseñan niveles, mecánicas y ritmos de juego que buscan mantener al jugador dentro de esa zona de flujo, ni demasiado fácil como para aburrir, ni tan difícil como para frustrar.

Juegos como Tetris, Dark Souls o The Legend of Zelda son ejemplos de títulos que han perfeccionado esta fórmula para mantenernos jugando durante horas sin darnos cuenta.

Incluso títulos móviles o casuales pueden generar este estado mental si logran ese delicado equilibrio.

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¿EL FLOW TIENE BENEFICIOS?

Además del placer que proporciona, el flow también tiene beneficios cognitivos, ya que gracias a estudios se ha demostrado que entrar en este estado mejora la concentración, fomenta el aprendizaje y puede tener efectos positivos sobre el estado de ánimo. Es por eso que, más allá del entretenimiento, los videojuegos que promueven el flow también se están explorando en contextos educativos y terapéuticos.