Miles de personas optan por seguir la tradición de abstenerse de carne roja y pollo, eligiendo pescado y mariscos como alternativas
Con la llegada de la temporada de Cuaresma, que concluirá el 17 de abril, miles de personas optan por seguir la tradición de abstenerse de carne roja y pollo, eligiendo pescado y mariscos como alternativas durante la Semana Santa. Sin embargo, es fundamental asegurarse de que los productos del mar que consumimos estén frescos para evitar problemas de salud.
El subsecretario de Servicios Médicos e Insumos de la Secretaría de Salud (Sedesa) Arturo Barreiro, de la Ciudad de México, advirtió que el consumo de productos marinos en mal estado puede ocasionar desde diarreas graves hasta reacciones alérgicas o problemas inmunológicos, que incluso podrían poner en riesgo la vida de las personas. Por ello, conocer cómo identificar un pescado fresco es importante.
¿CÓMO SABER SI UN PESCADO ESTÁ FRESCO?
El Dr. Barreiro explicó que la primera señal de frescura de un pescado son sus agallas, las cuales deben presentar un color rojizo brillante. Además, es importante observar que los ojos estén claros y no opacos, y que la piel brille. Las escamas deben estar bien adheridas y el pescado no debe desprender un mal olor.
Además, el aroma del pescado debe ser fresco, aunque naturalmente tiene un olor penetrante. Un indicio de frescura es cuando el pescado está bien conservado con hielo y no huele a descomposición.
¿CÓMO SABER SI LOS MARISCOS SON APTOS PARA COMER?
En el caso de los crustáceos como langostas, camarones y cangrejos, el Dr. Barreiro recomendó verificar que las patas estén firmes y el caparazón, grisáceo o rosáceo, rígido. "El caparazón debe estar pegado al cuerpo", agregó. Estas características aseguran que los mariscos no solo son frescos, sino también seguros para el consumo.
En esta Semana Santa, eligiendo productos del mar frescos y bien conservados, los capitalinos podrán disfrutar de una comida saludable y segura.