A pesar de su reconocida labor, su figura estuvo marcada por numerosas controversias
Por: César Omar Leyva
Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la organización Alto al Secuestro, falleció este sábado en el Hospital ABC de Santa Fe, tras ser intervenida quirúrgicamente y permanecer internada durante varios días. La activista adquirió gran notoriedad en 2005, tras la desaparición de su hijo, Hugo Alberto Wallace, lo que la impulsó a liderar una campaña nacional en busca de justicia y la convirtió en una de las voces más influyentes en temas de seguridad y procuración de justicia en México.
EL SURGIMIENTO DE UNA ACTIVISTA: JUSTICIA Y CONTROVERSIAS
Tras el secuestro y asesinato de su hijo en 2005, Isabel Miranda de Wallace se comprometió profundamente con la causa del combate al secuestro. Su activismo la llevó a fundar la organización Alto al Secuestro, cuyo objetivo era visibilizar el delito, denunciar la impunidad y exigir reformas legales para endurecer las penas contra este crimen. Además, se convirtió en una firme promotora de la prisión preventiva oficiosa.
A pesar de su reconocida labor, su figura estuvo marcada por numerosas controversias. Las irregularidades en la investigación del caso de su hijo, especialmente en relación con el proceso judicial contra los implicados, generaron cuestionamientos y una profunda división de opiniones. En particular, su intervención en el caso de Brenda Quevedo Cruz, acusada en el caso Wallace, suscitó críticas y acusaciones de presiones políticas y manipulación del proceso judicial.
RECONOCIMIENTOS Y DESAFÍOS: UN LEGADO POLÉMICO
Isabel Miranda de Wallace fue reconocida por su incansable lucha, recibiendo premios y destacando en el ámbito de la seguridad pública. Sin embargo, las acusaciones de irregularidades en su activismo, como la fabricación de pruebas, generaron un debate sobre la legitimidad de su accionar. Su figura también fue criticada por la supuesta influencia que ejerció sobre las autoridades en casos judiciales, lo que resultó en fuertes enfrentamientos con organizaciones defensoras de derechos humanos.
A pesar de las controversias, Miranda de Wallace no dejó de ser una referente en la lucha contra el secuestro. Incluso, en 2012, intentó dar un paso hacia la política al postularse como candidata a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, aunque sin éxito. Su historia, marcada por la tragedia y el activismo, dejó una huella profunda en la política y en la sociedad mexicana.
