Historia, cultura y tradiciones de la Nación Yaqui en un museo único ubicado en Cajeme
Por: Román González
El orgullo de la historia de grandeza, sacrificio y respeto genera identidad y reconocimiento. Estos valores han llevado a la Nación Yaqui a ser una de las más reconocidas a nivel internacional, y pueden conocerse en detalle en el Museo de los Yaquis.
Los yaquis se han caracterizado como un pueblo aguerrido en pro de la defensa de su territorio y el derecho a autogobernarse, lo cual los ha definido a través de las distintas etapas de conformación del país, así como el apego a sus costumbres y religión. La celebración de la Semana Santa es una gran oportunidad para conocer su cosmología, visión del mundo, historia, gastronomía y cultura.
En 1985, este recinto abrió sus puertas en el sótano de la biblioteca municipal. La grandeza de su contenido e importancia dentro de la identidad del municipio fue trasladada a la comisaría de Cócorit en 2008, convirtiéndose en un importante atractivo para sus visitantes. Al ingresar al lugar, los visitantes pueden conocer, admirar y entender todo lo que rodea a la tribu Yaqui.
El museo de los Yaquis abre sus puertas al público de miércoles a domingo, de 9:00 a 17:00 horas. Se posiciona como un sitio ideal para conocer, entender, valorar y respetar las bases que erigieron una cultura ancestral como la tribu Yaqui.

El lugar consta de 11 salas temáticas que ofrecen un viaje a través de la cosmovisión, territorio, festividades tradicionales, música, danza, etnografía, gobierno, medicina, vida cotidiana e historia de los Yaquis, desde sus orígenes remotos hasta la contemporaneidad. Se exploran los períodos de lucha y resistencia que han caracterizado su trayectoria.
Irma Castro, visitante originaria del estado de Jalisco, expresó que la sola exposición de las raíces de la región son un gran atractivo, mismo que se complementa y nutre de la vasta cultura que se expone y que dan una idea del camino que ha vivido la Tribu Yaqui, así como para comprender la importancia que tiene para ellos sus festejos de Semana Santa.
"Realmente vale la pena el acudir, no solo por visitar el museo, esta comunidad de Cócorit por sí sola es un punto turístico que debe ser más visitado, con sus murales, sus casas decoradas, pero sobre todo ese aire de misticismo y tranquilidad que transmite", señaló.
